CULOJUEGO LOCO, LOCO, LOCO

“Primer”, ¿enorme película o enorme tomadura de pelo?

Nadie sabe nada. Son muchos los que a través de internet, en foros especializados, en portales de cine, en blogs, defienden esta película dificil de encasillar. Pero no explican nada. Parecen dar cosas por sabidas, como lo hace el propio director de la película, como lo hace la mayor parte de los 77 minutos que dura este peñazo sin paliativos.
Shane Carruth, su director, se valió de un presupuesto mínimo –unos 7.000 dólares- para llevar a la gran pantalla una historia escrita por él mismo. Carruth se encargó, además, de la fotografía –lo más acertado del filme-, de la música, de la producción y de protagonizarla, junto con David Sullivan, compañero de fatigas inclasificables.
La historia parece sencilla: unos ingenieros crean una máquina capaz de realizar viajes en el tiempo a partir de un extraño experimento. Hasta aquí todo parece medio normal. Pero, por favor, que alguien me explique de qué va.
No por sólo costar 7.000 dólares uno ya puede pensar aquello de “con un presupuesto mínimo ha hecho un peliculón”. No todo vale. La película es un amasijo de escenas sin sentido, de conversaciones estúpidas llenas de una jerga que muchos expertos atribuirían al consumo de estupefacientes.
La osadía fílmica de Carruth te mantiene en vilo por el mero hecho de que como no comprendes nada de lo que pasa piensas: ¿seré el único estúpido que no entiende lo que pasa aquí?
Existen películas dificiles de entender. Pero todas esas películas llegan a un punto en el que se explica todo aquello que ha estado enmascarado, y ése es el gustazo. Que aunque te comas los sesos durante hora y pico, al final acabes comprendiéndolo todo y el precio de la entrada valga la pena. Pero “Primer” no ofrece nada de eso... o quizás sea más tonto de lo que pensaba.
Parece como si Carruth jugase con nosotros. Nos ofrece una cosa y se hace el guay dando cosas por sabidas durante toda la película. Algo así como “si no comprendeis mi historia es que sois tontos y yo muy listo”.

Desde CULOCORTOS se reta a algún valiente a que vea esta locura y pueda explicar de qué va. Porque debo ser tonto.

Trailer de "Primer"

CULOCORTOS CON EL BOCAS

Culocortos patrocinará a un equipo de fútbol

CULOCORTOS será el patrocinador oficial desde la próxima jornada del equipo de fútbol 7, "Bocas de Riego Diego", según ha confirmado su presidente honorífico, Txema Noriega. "Bocas de Riego Diego" milita en la primera división del torneo de fútbol DEIA tras lograr el ascenso este mismo año.
CULOCORTOS ofrecerá noticias detalladas y los análisis de los partidos para que la afición jardinera esté debidamente informada. Y las mejores fotos, por supuesto.

CULO-RETROSPECTIVA

Night Shyamalan, o como hacer cine político sin parecerlo

Al pequeño Nanoj le regalaron una cámara Super 8 cuando tenía 8 años. A partir de ese momento no paró de imitar al que consideraba su héroe: Steven Spielberg. Con 17 años ya había realizado 45 películas caseras.

Su primer largometraje, “Praying with the anger”, de 1992, pasó de puntillas por la gran pantalla, sin hacer apenas ruido y ahora reposará en alguna estantería acumulando polvo. Pero en 1999 revolucionó a todas las salas del mundo con el estreno de “El sexto sentido”. En ella, además de descubrir una faceta escondida del rey del tiro fácil como es Bruce Willis y al joven actor Haley Joel Osment, nos dejo una de esas historias dificiles de olvidar. Sin lugar a dudas, “El sexto sentido” es la película de Shyamalan que más ha llegado al espectador “de andar por casa”. Quizás Shyamalan también lo hizo así adrede. Regalarnos su producto más comercial al principio y, más tarde, con los demás títulos ofrecernos sus verdaderas intenciones. Si “El sexto sentido” nos ofrece una visión distinta sobre la redención, en “El protegido” (que también protagonizo Bruce Willis) nos regala un homenaje a los héroes de cómic difícil de catalogar, y deja caer finalmente (y de manera sutil) el tema del terrorismo.

En “Señales” (una de los trabajos de Shyamalan más injustamente criticados) aparecen las dudas de la fe y pone a sus protagonistas, Mel Gibson y Joaquin Phoenix, frente a una invasión alienígena cuando en realidad podría haber sido de cualquier otra naturaleza. Porque en que fueran extraterrestres “los malos” no radica lo esencial del filme sino en otras cosas que Shyamalan siempre consigue enmascarar para que el espectador tenga que pensar. Que no se lo den todo hecho, vamos. Para muchos que visionaron “Señales” en su estreno, la película era una muy mala historia de extraterrestres. Podrían haber sido nazis en lugar de bichos verdes. Eso es lo que menos importaba. La historia encerraba mucho más que todo eso.

Tras “Señales”, Shyamalan dirige “El bosque” (de nuevo con Joaquin Phoenix), una extraña historia de amor que esconde algo más que eso. Una dura crítica a la sociedad estadounidense que, en plena guerra del golfo y el miedo al terrorismo, pocos supieron apreciar. Y de nuevo, la gente (la mayoría) que pudo ver “El bosque” mostró su indiferencia. Les parecía una mala película de terror. Ni miedo ni nada. No había tías en bolas corriendo y gritando como enérgumenas. Nada más lejos de la realidad. Un filme político enmascarado.


Su último trabajo hasta la fecha es “La joven del agua”, una de las mejores películas de 2006 (sino la mejor) junto con el nuevo Bond de “Casino Royale”. Partiendo de un cuento que él mismo contaba a sus hijas antes de dormir, Shyamalan teje un cuento fantástico que encierra muchas de las claves del mundo actual. Casi una parábola. Sólo hay que fijarse bien en el prólogo del filme, y cuando la historia culmine revisitar el prólogo. Uno se da cuenta de que Nanoj cuenta más de lo que parece. De que su cine, aunque utilice recursos y mecanismos del estilo de Hitchcock, es mucho más profundo del que hizo éste.

No me cabe ninguna de que Shyamalan será recordado como uno de los grandes directores de la época y que alguna de sus películas será revisitada en un futuro no muy lejano y muchos críticos de plumilla fácil tendrán que refugiarse debajo de sus mesas.

CULONEWS

El ejército de los EEUU se mosquea con Jack Bauer

En el Pentágono están que trinan. La sexta temporada está llevando por el camino de la amargura a los altos jefazos del ejército estadounidense. Al parecer, el ejército de los EEUU ha pedido a los productores de la serie "24" que rebajen el tono de las escenas de tortura para evitar el impacto que tienen tanto en los soldados norteamericanos como en la imagen internacional de las tropas del "tio Sam".
El general Patrick Finnegan se entrevistó recientemente con los productores de la serie y les pidió encarecidamente que no se "bañaran" tanto. Y es que según ellos Guantánamo es una fiesta de cumpleaños en el Burger King comparada con los métodos del peculiar agente Jack Bauer.

Las dudas siempre han planeado sobre la serie de los creadores de "Falcon Crest". Nunca se ha sabido con certeza si es una crítica a los métodos del ejército estadounidense o si es que de verdad piensan que la tortura es la única vía para sonsacar información. Quizás sea más complejo que todo esto.

Recordemos lo peculiar que es la cultura "yankee". Cuando hace ya un montón de años se estrenó "Rambo III", desde círculos cercanos al gobierno se pidió a Hollywood que se rebajasen las dosis de violencia en la gran pantalla. Los mismos que pedían esto defendían el derecho a tener armas en casa y disparar si alguien entraba en sus casas a medianoche y los despertaban.

CULO-RODAJES 2007

“Mirrors”, el nuevo film de Alexander Aja

Kiefer Sutherland, el impagable agente Jack Bauer de la premiada “24”, será el protagonista de la nueva película del director francés. Después de la buena acogida que tuvo el remake de “Las colinas tienen ojos”, Aja reversiona un filme coreano y ha elegido a Sutherland para que se meta en la piel de un guardia de seguridad de unos grandes almacenes donde se están produciendo extrañas muertes. La cinta comenzará a rodarse en mayo en tierras rumanas.